Al leer el título de la primera meditación estarás pensando que este no es el libro tradicional de finanzas personales y tienes razón. Durante ya más de quince años he brindado cátedras de finanzas en universidades y también he podido coachear a personas en el manejo de sus finanzas para salir de deudas o crear portafolios de inversión. Para ello he leído cada uno de los libros de inversión en los que he podido colocar mis manos. Desde Dodd, Buffet, Fisher, Damodaran y otros hasta los libros de finanzas personales como mi favorito El Hombre Más Rico de Babilonia. Cada uno de ellos con un enfoque formidable pero sin tratar una profundidad que debe de ser abordada. El tema que no se ha tratado es el de la filosofía y específicamente enfocado a una corriente filosófica como lo es el estoicismo. En la introducción hemos ampliado el porqué del estoicismo y de la filosofía, pero si eres como yo y no te gusta leer las introducciones y quieres comenzar inmediatamente, aquí un resumen.
El estoicismo es una corriente filosófica que se basa en el manejo de las perspectivas. Algunos dicen que nace de Zeno de Citium y otros que comienza con Sócrates, aunque filosóficamente, todo comienza con Sócrates. Esta se vuelve popular por los escritos de Epíteto, Séneca y Marco Aurelio. Tres maestros que ocuparon cargos importantes siendo maestro, asesor y emperador. Esta filosofía es práctica, una vez lees un libro de estoicismo lo puedes aplicar en el mismo momento. Lo difícil del estoicismo es que cambia la perspectiva de lo que creemos es el mundo actual y en el caso de las finanzas hace exactamente esto.
Y es que el mundo en el que vivimos es un mundo de consumo. No se si conocen la ecuación del Producto Interno Bruto (PIB) pero aquí un resumen sencillo. El PIB se compone de consumo, inversión, gasto de gobierno y balanza comercial (lo que exportamos e importamos). Esto es lo que hace crecer a una economía. Para una economía como Estados Unidos, al momento de escribir este libro encontramos que el consumo es equivalente a un 70% del PIB. Así podríamos analizar otros países y darnos cuenta de que el consumo es el vehículo de crecimiento en nuestros tiempos. La pregunta es: ¿a qué costo?
El hombre no necesita mucho en la vida, usualmente podríamos tomar la escala de Maslow y pensar en las necesidades básicas. Tener que comer, tener ropa y un techo han sido suficientes para que podamos sobrevivir e incluso vivir desde que el primer hombre puso pie en esta tierra. Sin embargo, hemos podido crecer en productos de comida, en ropa y en techo para crear una industria de consumo. Aquí una nota importante, es hermoso vivir en un tiempo donde tenemos muchísimas opciones y no es de culpar a un sistema o a los mercadólogos la situación de deudas personales a nivel mundial. Los únicos culpables somos nosotros y por ende, los únicos que podemos encontrar una solución. Esto es un principio estoico, yo trabajo en mí. No existe la victimización. No existe la delegación de autoridad sobre nuestra vida. Sí, como dijo alguna vez Sinatra, lo harás a tu manera.
Dado que nos encontramos en una economía de consumo, porque lo necesitamos para crecer económicamente, es allí donde entramos todos en el proceso de crear una cultura de consumo. Primero creando productos hermosos que aunque no son necesarios son apetecibles. Tomemos por ejemplo la industria del vino, que a este momento es una industria de USD 339.53 miles de millones y cuyo crecimiento para el 2028 se estima sea de 4.38%. Este crecimiento se debe a que existe lujo, calidad, presencia, marca y tantos otros factores. Sin embargo, si Marco Aurelio entrara a un supermercado y se adentrara al área de vinos y tomara el primer vino sabiendo que con su salario de Emperador podría comprar el supermercado se preguntaría lo siguiente: ¿No es esto uvas fermentadas?
Este ejercicio de Marco Aurelio es el primero que utilizaremos: Objetivismo radical, ver los objetos como realmente son. Esta técnica, que nada más y nada menos era utilizada por alguien que podría comprarse todo en este mundo, con más dinero que Elon Musk, Kim Kardashian y Jeff Bezos juntos, más poder que Bill Gates y Donald Trump. Este personaje mítico, que podía cambiar el mundo a su antojo siendo Emperador, decidía utilizar el objetivismo radical para poder ver aquello que tenía en frente como realmente es.
Y es que vino es simplemente una uva fermentada. Sí, por supuesto que la uva puede crecer en los bellos valles de Loira con las gotas de rocío de una lluvia de junio. Por supuesto que el sabor es diferente entre una Lafite de 1982 a un vino de supermercado, más el radicalismo objetivo no busca contrariar aquello que tenemos enfrente sino despojar de todo lo que se le ha agregado a la uva fermentada y verlo como realmente es.
Lo que usualmente nos sucede cuando compramos algún objeto, si llamaremos aquello que compramos como objeto, es que no distinguimos lo que se le ha agregado al mismo y no nos preguntamos qué queremos hacer con ello. A continuación el texto del libro Meditaciones donde podemos encontrar la frase de Marco Aurelio:
Cuando tengamos ante nosotros carne y otros alimentos, debemos decirnos: ‘Esto es el cuerpo muerto de un pez, y esto es el cuerpo muerto de un pájaro o de un cerdo, y además, este [vino] falerniano es sólo un poco de zumo de uva, y esta túnica púrpura algo de lana de oveja muerta con la sangre de un marisco’… Así es como debemos actuar durante toda la vida: Cuando haya cosas que parezcan dignas de gran estimación, debemos desnudarlas y ver su inutilidad y despojarlas de todas las palabras con las que se exaltan. Porque la apariencia [de las cosas] es un maravilloso pervertidor de la razón, y cuando estamos seguros de que las cosas que tratamos merecen la pena, es cuando más nos engaña» (Meditaciones, 6.13).[1]
Acompáñenme a disecar el texto para entender su profundidad. Primero, Marco Aurelio de manera personal, porque recordemos que el texto de Meditaciones no fue escrito para un público sino que era un diario, nos menciona aquello que era un lujo para un Emperador. Uno de los lujos es la carne de animal al cual nos recuerda que la carne es un animal muerto. Luego nos habla del vino que nos compara con zumo de uva y la túnica púrpura con la lana de oveja y sangre de marisco. Podríamos utilizar lo mismo para objetos como un par de antojos, un par de zapatos, un libro o una película. ¿Qué realmente es? Una vez escuché que cuando uno compra, no compra el producto sino a la persona y más o menos de esto se trata.
Lo más importante es como cierra este párrafo Marco Aurelio, identificando que la apariencia de las cosas es un pervertidor de la razón diciendo que cuando más seguros estamos de ellos más nos engañan. Y es que durante este libro el tema de la perversión de la razón lo abordaremos varias veces debido a que, usualmente, tenemos el gran problema que vivimos en un mundo que nos pervierte la manera en que pensamos. ¿Cómo?
Por ejemplo, en un estudio de la clínica Mayo hablaba sobre cómo las redes sociales afectan a los jóvenes. Menciona el artículo que las redes sociales han afectado negativamente al distraerlos, al interrumpir su sueño, al exponerlos a bullying y, aquí lo más importante, una visión poco realista de las otras personas. Cuando uno ingresa a una red social lo que uno ve es lo que quiere la persona que veamos. No vemos el balance en la tarjeta de crédito, no vemos el costo que tuvo que pagar para llegar a donde está, no vemos la cruda realidad. Sino que, al momento de entrar a la red social lo que uno puede observar es una vida de viajes, de sonrisas, de bienestar, de estabilidad financiara que le hacen pensar a uno: ¿estaré haciendo lo correcto?
Qué sencillos eran los tiempos en que la única forma de enterarse de esto era a través de las reuniones de domingo con los amigos en el cual todos se dedicaban a mentir de cómo estaba su vida. Por eso en términos anglosajones está la frase de Keeping up with the Jonases que para motivos de este libro podría ser ponerse al día con los García (incluso rima). ¿Qué significa esto? Que usualmente los García, que nos representan a todos, nos muestran que la grama es más verde del otro lado. Vemos sus carros nuevos, sus abrazos, el repartidor llegando todos los días con comida y de repente, vez tu billetera y te encuentras con el último dólar. ¿Qué estaré haciendo mal te preguntas? Quieres darte esa vida. Recibes una llamada de un banco, te ofrecen una tarjeta. Se te ilumina un foco y dices: puedo darme esa vida. Usas la tarjeta, te das esa vida y de repente viene la cruda realidad. 40% de interés en tu tarjeta significa que es imposible pagarla. Y así de sencillo eres bienvenido a la esclavitud del siglo XXI, la esclavitud de las deudas escogidas por nosotros mismos. Sin embargo, Séneca hablaba de esto hace más de mil años, pero esto será más adelante.
Por ello, la primera meditación para tu persona es: ¿Qué quieres hacer financieramente con tu vida? Esta es mi primera pregunta, la de cajón, al momento de hacer un coaching. ¿Qué quieres? Es importante saber que quiere uno y en su defecto también es importante darle la vuelta a la pregunta y decir: ¿Qué no quieres? Siempre funciona el positivo y el negativo. Recomiendo utilizarla dependiendo cual sea tu reto, puede ser que la respuesta es quieres tener una vida financiera libre de deudas o en su defecto que no quieres regresar a tener deudas. La respuesta marcará una diferencia entre lo que quieres con tu vida hacia adelante.
El gran problema de no hacerse esta pregunta, y es donde la mayoría de los libros de finanzas personales fallan, es que sólo estaremos remendando la pelota y nunca trataremos el tema desde su concepción, desde el núcleo de su idea. La respuesta podría ser sencilla: Quiero ser millonario.
Ser millonario no es un objetivo, porque realmente: ¿Qué es ser millonario? Quieres tener la vida de un millonario (que no sabemos que es) o quieres tener un millón en tu cuenta (habrá que definir en que moneda) o quieres evadir algún tema de tu vida al ser millonario. Piensa profundamente en lo que quieres hacer con tu vida financiera. ¿Qué realmente quieres?
¿Quieres vivir sin preocupaciones, esto no es posible. Cualquiera puede encontrar razones para preocuparse, pero como lo dice la palabra es pre-ocuparse, lo que nos brinda el mejor consejo que es simplemente ocuparse. ¿Quieres vivir sin problemas? Como diría Mark Manson, el escritor, lo único que puedes hacer es tener mejor calidad de problemas. Warren Buffet tiene problemas de dinero pero estos son cómo invertir y como crear mayor rentabilidad. Tal vez tu problema sea como llego a fin de mes y como pago mi tarjeta. Al final ambos son problemas pero Warren Buffet tiene una mejor calidad de problemas.
Así que, ¿Qué quieres? Esta respuesta cambiará tu vida porque determinarás cuál es el camino y porqué quieres cambiar esta situación. A continuación un ejemplo de una sesión:
Inicio del ejemplo:
Mauricio: ¿Qué quieres para tu vida financiera?
Tu: Me gustaría salir de deudas dado que llevo varios años pagando a la tarjeta y no logro terminar de pagarla.
Mauricio: ¿Por qué quieres hacerlo?
Tu: Porque me siento como que he fallado en la vida. No ahorro, no tengo nada para mi futuro, me avergüenzo de tener que pagar tanto en mi tarjeta, de que me llamen los bancos, de todo el día estar pensando en cómo pagaré y sintiéndome que me estoy ahogando.
Mauricio: ¿Y cómo sería tu vida si lo logras?
Tu: Me dedicaría a relajarme un poco más y a disfrutarme a mis hijos y a mi pareja. Me sentiría mejor conmigo mismo y podría tener más confianza en lo que hago.
Fin del ejemplo
¿Qué es lo que ves aquí? Primero, que como diría Marco Aurelio, las deudas causan una perversión en como vemos la vida. Lo primero es que las deudas ocasionan en la mayoría de las personas una emoción que es ciertamente destructiva: vergüenza. La vergüenza viene porque pensamos que Los García no están endeudados. Pensamos en que nuestro vecino jamás ha tenido una deuda y que somos los únicos que estamos endeudados.
Mira, si esto fuese cierto las tasas de interés de las tarjetas de crédito serían del 3% o 4% y no del 40% al 80% como lo son realmente. La razón por la cual las tazas de interés son tan altas es porque para el banco representa un riesgo. El riesgo del banco es que ha prestado dinero y no le han pagado de regreso, lo que el banco identifica como una persona morosa. Dado que es un riesgo para el banco, la forma en que mandan un mensaje que uno es riesgoso es a través de al tasa que brindan. Existen personas que tienen una vida financiera estable y tienen una tarjeta de crédito con tasa de interés del 18% y otros que no tienen estabilidad financiera que tienen una tasa de interés del 70%. ¿Es culpa de los bancos? Al final quien firma el contrato, quien acepta la tarjeta y quien ignora la tasa de interés en tu tarjeta de crédito somos tu y yo. Si somos realistamente objetivos, depende de nosotros.
Lo importante es identificar que estamos en una cultura de deuda aunque no lo queramos aceptar. La deuda global, que es la deuda de personas, gobiernos y empresas ha llegado a un punto máximo a inicios del USD 226 trillones. Es una cifra tan grande que tendría idea como representarla, pero lo que te digo es que no estás sólo. Que si quitáramos aquello en lo que se ha endeudado tu vecino tal vez quitaríamos el carro, la casa, el colegio de los niños, la ropa y te darías cuenta de que realmente puede pagar muy pocas cosas. Esto es lo que nos aconsejaría Marco Aurelio con nuestro vecino, con los de las redes sociales, con la televisión. Nos aconsejaría que miremos un poco más allá de lo que nos están tratando de vender. Una vez escuché que la gente que es realmente feliz no lo comenta en las redes sociales porque están realmente siendo felices. Si eres feliz, acaso quisieras interrumpir tu felicidad para colocar #siendofeliz. Recuerdo cuando tuve a mis hijos en mis brazos, nunca pensé en mi celular y en ponerlo en las redes sociales. Sólo pensaba en abrazarlos.
Y ahora que estamos en este tema: ¿Por qué crees que la gente postea en las redes sociales? Pregúntate, ¿Qué está vendiendo? Porque al final, todos nos estamos vendiendo en las redes sociales. ¿Están vendiendo una relación perfecta?, ¿están vendiendo abundancia en la pobreza?, ¿están vendiendo felicidad en la tristeza?, ¿están vendiendo compañía en la soledad? Mira profundamente y date cuenta de que cuando vendes enseñas la mejor parte de tu tienda, no el lugar donde está todo amontonado y sucio.
Entonces, ¿qué quieres hacer financieramente? No lo resolverás viendo al prójimo, ellos tienen los mismos problemas que tu. Ellos también están tratando de pagar las deudas, pagar el colegio de sus hijos, viendo si algún día pueden comprar una casa, o ajustándose para alimentarse. Si quieres ver a tus vecinos, no los mires con envidia sino con empatía. Si algo puede ayudarnos el hablar de las deudas es entender que no somos tan distintos y que podemos ayudarnos los unos a los otros.
Así que, regresando a tu pregunta: ¿qué quieres hacer financieramente? Esta respuesta es por ti y tu familia nada más. No lo hagas por los demás. Porque si algo nos enseñó la pandemia es que las personas dejaron de comprar maquillaje, ropa de marca y otros artículos porque al final lo hacían porque alguien los viera. Para tener una idea durante la pandemia, la industria de la ropa cayó un 50% en apenas tres meses de pandemia. ¿Qué paso?, ¿Es que ya no nos estábamos vistiendo? No, la respuesta es que tenemos convenciones sociales. Nos han enseñado la importancia de vestirnos como parte de nuestra identidad y usualmente la identidad va con marcas que nos hacen pensar o diferenciarnos de los otros. Al final uno llega a preguntarse: ¿estoy utilizando esta marca para sentirnos bien o para hacer sentir a los otros mal? Pregúntate, cuál es tu intención y busca que esta esté de acorde con lo que quieres en tu vida financiera.
Una de las aristas que he visto al momento de hablar de finanzas es el valor que los otros nos dan a nosotros. Esto lo hablaremos profundamente en el libro porque es un tema que los estoicos se preocupaban con profundidad, porque al final vivimos en sociedad. Usualmente pensamos en que la forma que nos vestimos, lo que tenemos y lo que usamos nos hará tener o perder valor. Y cuando vamos en este camino terminamos en una ruta donde los objetos son dueños de nosotros. Donde el dueño sufre porque su objeto se lastima y este se encuentra fuera de su control. Una vez escuché un consejo que decía: Si no puedes pagarlo dos veces entonces mejor no lo compres. La idea detrás de ello era que si no podías pagarlo dos veces entonces te causaría sufrimiento al perderlo. Imagínate si lo debieras.
Seguimos evadiendo la pregunta: ¿Qué quieres hacer financieramente con tu vida? Tiene que haber una razón profunda de porqué quieres hacer el cambio. Porque al final, lo que no te dicen los libros de finanzas personales, es que toda tu vida cambiará porque las finanzas impactan toda tu vida. Tendrás que adaptarte. Tendrás que cambiar. Tendrás que mejorar la manera en que tomas decisiones. Tendrás que ser honesto con tu familia sobre cómo se encuentran financieramente. Tendrás que aprender a decir no. Así qué, ¿qué quieres hacer financieramente con tu vida?
Tengo una persona que admiro, la cual aprecio profundamente. Llegó un momento en vida que se encontraba en sobrepeso y con un estilo de vida lejos del que quería tener. Luego una enfermedad cambió su vida y en la cama de un hospital pensó que no podía seguir así. Salió del hospital, fue donde una nutricionista y comenzó a correr. Corrió por su vida, corrió por el cambio, corrió por ser mejor, corrió por amor a si mismo. Lo veía y cada vez estaba más sano. Cada vez mis ojos se llenaban con más admiración. Siguió en el camino y acumuló maratones y luego triatlones. Sigue escribiendo su historia. La pregunta usual es: ¿qué cambió?
La razón fue lo suficientemente profunda para hacer un cambio. Tal vez fue la muerte que desde lejos le dijo que cambiara si no querían tener una cita inesperada. Tal vez fue su familia la que hizo el cambio. Tal vez fue su amor propio. Esta respuesta sólo él la sabrá, pero este ejemplo me hizo cambiar a mi mismo y seguir la misma ruta en varios retos de mi vida. No tengo que estar en una cama de hospital, ni siendo llevado a juicio por un banco para cambiar. Simplemente puedo decirlo hoy y buscar una razón profunda, sea esta por amor propio, sea esta por salud mental, sea esta por felicidad. Es aquí donde se centra lo que es: ¿qué quieres hacer con tu vida financiera?
Piensa fuera de ti, piensa fuera de ser millonario (que es un horizonte inalcanzable porque siempre querrás más y más) y piensa en ti, en tu familia, en tu amor. Piensa que puedes conseguir paz interior al momento de controlar tus finanzas, piensa que puedes tener control sobre tu vida financiera y decidir, piensa que no son objetos los que le dan valor a la vida sino que son las experiencias y las relaciones las que nos dan valor. Piensa en que ya eres millonario y que sólo tienes que cambiar el concepto. Estás vivo, eso significa que tienes un nivel de salud que te permite leer este libro. Tienes un día nuevo frente a tus ojos. Tienes a alguien a quien llamar. Tienes a alguien a quien abrazar. Tal vez tienes a tu mascota, tal vez a tu hijo, tal vez a tu padre o madre. Tienes tanto pero no te has dado cuenta de que en el camino de buscar el dinero te perdiste de aquello que no necesita dinero como el amor.
Así que si pudiera darte un consejo sobre este camino, es el hacerlo con amor. Hacer un cambio porque te amas a ti mismo y quieres vivir mejor de como estás viviendo ahorita. Este podría ser tu para que: merezco vivir de mejor manera de la que vivo ahora. Ese para qué ha sido suficiente para que alguien deje las drogas, para que alguien deje de tomar, para que alguien salga de deudas. Sólo recuerda que el para qué no es mágico, sino que tomará tiempo pero como nos enseñan los Alcohólicos Anónimos, un día a la vez.
Los estoicos hablaban de memento mori, una frase que se le susurraba a los gladiadores antes de cada pelea y al Cesar antes de tomar el poder. Memento mori es recordar que somos finitos, que nos vamos a morir. Que yo no se si terminaré de escribir este libro, que no se si tu podrás terminar de leer este libro, que no sabemos si mañana estaremos aquí. Por eso el memento mori es un día a la vez, nada más y nada menos. Si estas leyendo estas líneas es que tienes este momento. ¿Existe un momento idóneo para cambiar? Sí, ahora. Descubre tu para qué quieres hacer el cambio en tus finanzas y yo, en mis posibilidades te ayudaré a delimitar un camino que te haga feliz a ti y te llene de vida y de propósito. Digo a ti, porque no será igual a mi camino y no será igual al camino de los demás. Sólo tu sabes lo que necesitas y yo lo único que puedo ofrecerte es el darte las preguntas para que lo descubras. Porque como diría Marco Aurelio:
Los hombres buscan refugios para sí mismos, casas en el campo, costas del mar y montañas; y tú también sueles desear mucho esas cosas. Pero esto es una marca de la clase más común de los hombres, porque está en tu poder siempre que elijas retirarte a ti mismo. (Meditaciones 4; 3)[2].
Nuestro objetivo no es tener una cuenta inflada con muchos ceros, porque como aprenderemos esto no está en nuestro control y podemos perderlo. Nuestro objetivo no es buscar una casa que pueda destruirse. Nuestro objetivo no es buscar el retiro porque como nos dice Marco Aurelio, el mejor retiro está dentro de nosotros. En palabras sencillas, es que financieramente busques una vida donde no necesitas vacaciones para escapar de ella sino que quieres conocer culturas y por eso tomas un avión o un carro.
Porque es un día a la vez lo que buscamos, que tomes las decisiones correctas un día a la vez. Que tu para qué se confirme un día a la vez como un martillo en una tabla de madera, sólo se queda fija si sigues martillando y martillando. Nada de esto funciona si no trabajas cada día en hacer el cambio. Por supuesto que habrá días donde regresarás a tus hábitos anteriores porque al final esto son: hábitos. Realizados a través de creencias, a través de tomar la misma decisión que te ha llevado al lugar a dónde te encuentras.
Un ejemplo sencillo es que no es la hamburguesa la que te ha llevado al sobrepeso. Son el cúmulo de decisiones continuas las que te han alejado de ello. Tal vez desde niño estuviste en sobrepeso y tu mamá o papá te alimentaba de más y esto causó creencias en ti que sólo se puede vivir si se está en sobrepeso. Pues este es el momento de cambiar o puedes esperar a que las circunstancias te cambien. Alguna de las dos pasará y si te sirve de consejo lo mejor sería que cambiaras a tiempo porque cambiar cuando las circunstancias son inevitables es más complejo.
Así que escribe tu para qué y no olvides valorar el camino. Recuerda que quien aguanta más este camino no es el que camina para llegar a una meta sino a aquel que le gusta simplemente caminar. Así que disfruta este cambio que estás a punto de hacer y piensa en que puedes ser mucho mejor de lo que eres ahora, que puedes tener una vida mejor. Si tienes un para qué, lo siguiente es un cómo y esto será nuestro siguiente capítulo. Así que el consejo es, que en este momento, te sientes y tomes un papel y pienses en el para qué. Puedes pensar en uno, en dos o en diez. Sin importar cuántos sean, cada uno de ellos serán el paraguas en la lluvia, el ruido en el silencio, el consuelo en la tristeza. Cada para qué te ayudará a seguir hacia adelante.
Si tu para qué puedes ponerle un componente visual, por favor agrégalo frente a tu espejo que te maquillas o te rasuras. Agrégalo a tu carro. Agrégalo a lugares que visitas los todos los días. Que te recuerde porqué comenzaste. Que te recuerde para que quieres hacer este cambio. Piensa en para que quieras hacerlo.
Esta vida puede ser profundamente hermosa pero depende de nosotros pintar el lienzo. Tal vez no hemos pintado cuadros hermosos al día de hoy pero podemos comenzar a escoger una mejor paleta de colores. Podemos hacernos responsables del camino que hemos tomado y que nos ha llevado a estar donde estamos. Eso sí, sin culpa, porque al final si hubieras sabido como cambiar lo hubieras hecho antes. Esta esta la realidad. Tomaste decisiones con la información que tenías a mano. Tomaste decisiones pensando en que nadie estaba endeudad. Tomaste decisiones pensando que tendrías que comprar objetos para que la gente te valorara. Tomaste decisiones desde afuera hacia adentro y no de adentro hacia fuera.
Como una semilla que comienza a florecer, es el momento de sembrarte. De pasar por el dolor que pueda ser el salir de la semilla y de la tierra. De darte agua y luz para seguir creciendo y dentro de poco serás lo que quieres ser. Porque a diferencia de la semilla, tu si puedes escoger que tipo de árbol quieres ser y como quieres contribuir a la sociedad.
Y aquí un último consejo antes de cerrar el capítulo. Se honesto con tu pareja o con alguien de confianza respecto a la situación en la que te encuentres. Tal vez no recibas la respuesta que quieras o tal vez sí, pero recuerda que en la oscuridad nada crece. Así que si quieres crecer tienes que salir de la oscuridad y esto usualmente viene con aceptar que estas en un problema que quieres solucionar. Por eso siempre me ha gustado que en los Alcohólicos Anónimos primero dicen su nombre y luego mencionan la razón por la que están allí. Porque tenemos que decir nuestro nombre y decir que tenemos problemas manejando nuestro dinero, pero no en soledad sino a alguien de confianza que también pueda apoyarnos en el camino.
[1] Traducido del artículo de Modern Stoicism: https://modernstoicism.com/coffee-is-just-hot-bean-juice-radical-objectivity-and-stoicism-by-dominic-vaiana/
[2] Traducido de la siguiente versión: https://www.goodreads.com/quotes/219846-men-seek-retreats-for-themselves-houses-in-the-country-sea-shores#:~:text=%E2%80%9CMen%20seek%20retreats%20for%20themselves%2C%20houses%20in%20the%20country%2C,desire%20such%20things%20very%20much.
Excelente iniciativa de compartir el conocimiento! Enhorabuena!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me pareció una lectura enriquecedora, muy amena y bien plantada…
Gracias por eso!
Me gustaLe gusta a 1 persona