Meditación 3: ¿Cómo quieres crear tu vida financiera?

Veremos más adelante que el dinero es una herramienta y que es tiempo. Que si vivimos 80 años tendremos 960 meses, 28 mil 800 días y 691,200 horas. Realmente no suena como mucho 960 meses pero es, lo que esperamos vivir. Sabemos que hay quienes viven más y quienes viven menos. Sabemos que no está en nuestro control porque ya conocemos memento mori.

Por ello, la pregunta siguiente es ¿Cómo? No podemos hacer esta pregunta sin identificar cómo es que utilizamos nuestro tiempo y nuestra vida. De acuerdo a los datos del Global Web Index la persona promedio pasa alrededor de 2 horas con 27 minutos en las redes sociales. Si tomamos que una persona comienza a los 15 años en las redes sociales y lo utiliza hasta sus ochenta años llegaríamos a que cada año invierte 72 horas y que en 65 años invertirá 4,680 horas en redes sociales. Esto es aproximadamente un 1% de tu vida total y puede no parecer mucho, pero cuando entendemos la capacidad del impacto sabremos que si le dedicamos 2 horas diarias a una actividad podríamos fácilmente volvernos sumamente capaces en ella.

Y es que para tener una vida financiera cómo lo sueñas, lo primero es tener claridad de hacia adonde quieres llegar y luego el cómo quieres hacerlo. El cómo puede variar de persona a persona y no es un camino único. Aun así existe una constante para un cambio consistente y es que el cambio cómo comienza contigo. Primeramente, comenzaríamos con un consejo de Epíteto, quien logró liberarse de su propia esclavitud a través de su inteligencia. Epíteto comienza su libro titulado Enchirindion o Manual de Vida con pensamiento que llegaría a conocerse como la dicotomía del control.

En cuanto a todas las cosas que existen en el mundo, unas dependen de nosotros, otras no dependen de nosotros. De nosotros dependen; nuestras opiniones, nuestros movimientos, nuestros deseos, nuestras inclinaciones, nuestras aversiones; en una palabra, todas nuestras acciones. Las cosas que no dependen de nosotros son: el cuerpo, los bienes, la reputación, la honra; en una palabra, todo lo que no es nuestra propia acción. Las cosas que dependen de nosotros son por naturaleza libres, nada puede detenerlas, ni obstaculizarlas; las que no dependen de nosotros son débiles, esclavas, dependientes, sujetas a mil obstáculos y a mil inconvenientes, y enteramente ajenas. (Enchindion, I).

Cuando queremos realizar un cambio comenzamos por observar todo aquello que no está en nuestro control. Pensamos en cómo aumentar nuestros ingresos pero no pensamos en lo que sí se encuentra en nuestro control que son los gastos. La dicotomía del control de Epíteto nos enseña a trabajar en lo que si podemos cambiar y no enfocarnos en lo que no podemos cambiar. Por ello resulta importante aceptar que hemos sido nosotros los que nos hemos involucrado en nuestros errores financieros y que sólo nosotros podemos marcar el camino afuera de estos errores. Vale la pena pensar que no es útil el pensar en culpa, porque la culpa es inacción. Lo que tenemos que pensar es que, si está en nuestras manos salir de nuestra situación financiera, entonces estamos en la mejor situación posible. Sería terrible que nuestra situación financiera dependiera de los demás, a lo cual este libro sería profundamente inútil.

Si tomamos lo que Epíteto nos indica como parte de nuestro control, el primer elemento que señala es el control sobre nuestras opiniones. Aquí tendremos que preguntarnos sobre nuestra opinión de la pobreza, nuestra opinión de la riqueza, nuestra opinión sobre el valor o nuestra opinión sobre la opulencia. Algunas personas pueden llegar a pensar que el dinero es desagradable, que no debería de poseerse. Dichas personas están en su derecho de pensar en ello pero debemos recordar que el dinero es una herramienta. Una herramienta no es agradable o desagradable, simplemente es. No podemos ponerle valor a un martillo si sólo es un martillo. Si el martillo se ha usado para lastimar a alguien, probablemente digamos que el martillo es desagradable y si por su parte, el martillo quisiera usarse para ayudar a alguien entonces diríamos el martillo es hermoso. Nos olvidamos de que los objetos como el dinero y el martillo no tiene acción ni sentimientos sino que es el ser humano que lo utiliza el que puede ser desagradable o hermoso en la utilización de la herramienta.

Y es que cuando hablamos sobre el dinero con personas que dicen que es la raíz de todos lo problemas, se olvidan de que el problema viene de seres humanos que han tomado decisiones equivocadas con el dinero pero no por el dinero. Por ejemplo, podemos pensar en la persona que ha tomado decisiones porque se ha metido en apuestas y ha perdido lo que tenía. Entonces decide que robará a otros para poder pagar sus deudas. ¿Es realmente el dinero que lo ha corrompido? O tal vez simplemente sea una evasión de la responsabilidad. Sí seguimos creyendo que es el dinero o las circunstancias fuera de nuestras manos las que guían nuestra vida, sufriremos porque nunca tendremos en nuestras manos la solución. Si queremos hablar sobre el cómo debemos tener la certeza que la solución está en nuestras manos.

En ti está cambiar tus hábitos, en ti esta ahorrar, en ti está pagar tus deudas, en ti está tomar mejores decisiones. Nada ganarás culpando a los bancos, culpando a tus padres, culpando a cualquier otra institución si al final, el único que puede ayudarse eres tú. Por supuesto que también puedes contar con la ayuda de otros pero al final, el camino de esta vida lo recorres tu aunque existamos personas que queremos y agradecemos que podamos acompañarte. Epíteto también nos indica claramente que aquello que no está en nuestro control esclaviza. Esta esclavitud la hablamos anteriormente con el elogio y la fama que caerían, en palabras de Epíteto, en la reputación.

A veces no queremos tomar estas decisiones en nuestra vida porque nos preocupa nuestra reputación. Que dirán los demás si no nos miran utilizando cierta ropa, que dirán los demás si ven que no nos hemos ido de viaje, que dirán los demás si ven que no hemos cambiado de carro en un largo tiempo o que dirán si nos ven con una camisa que ya no tiene el color que debería tener. Es amarrarse a la opinión de lo demás cuando lo que realmente necesitamos es un cambio.

Así que la pregunta del cómo comienza por nuestro control. ¿Cómo quiero crear mi vida financiera? Controlando lo que está en mis manos y dejando ser lo que no está en mis manos. A continuación un ejemplo de lo que puede ser un cómo de acuerdo a la dicotomía del control:

  • En mi control:
    • Los gastos que realizo de encuentran en mis manos porque puedo decidir en que quiero gastar y en que no.
    • La asignación de mis ingresos a diferentes actividades porque puedo decidir si quiero seguir pagando el mismo precio o cambiándome a un servicio más económico. Un ejemplo de ello puede ser cambiar de apartamento donde se encuentra uno rentando.
    • Mis hábitos, que están en mi control y en los cuales decido que hábitos mantener y cuales no.
  • Fuera de mi control:
    • Lo que piensen los demás de mi situación financiera.
    • Mis ingresos debido a que no se si el día de mañana tendré ingreso o no.

En un maravilloso libro de finanzas titulado El Jardinero Adinerado nos narra que este jardinero era dueño de un viñedo y el viñedo era administrado por su mano derecha llamado Santos. Llega un momento en el que el Jardinero Adinerado decide tomarse una vacación de 12 meses y deja a Santos su viñedo actual pero también le pide que cuide el viñedo que acaba de comprar. Santos le pregunta sobre cómo hará pagar cuidar el segundo viñedo a lo que el Jardinero le indica que deberá hacer un esfuerzo para hacerlo fuera de horas. Santos lo ve a los ojos y el Jardinero decide emprender su viaje. Al regreso, el Jardinero regresa a encontrar su viñedo en mal estado financiero y también el viñedo que había pedido a Santos que lo hiciera en sus horas extras totalmente descuidado. El Jardinero habla con Santos y le pregunta el por qué no hizo nada por cambiar el nuevo terreno. La respuesta era que quería dedicarse a su trabajo porque por el otro no era pagado. El Jardinero le responde que el segundo terreno se lo iba a dar una vez lo tuviera administrado.

Esta historia tiene dos grandes lecciones sobre la vida. La primera es que Santos, al igual que cualquiera de nosotros, se acostumbra sus propios hábitos. Santos estaba relativamente cómodo en su trabajo recibiendo su salario pero cuando le piden la milla extra, decide que no lo hará porque no tiene relación con el dinero. Aquí es donde Marco Aurelio nos recuerda que hacemos el bien no por temas financieros sino que hacemos el bien porque es lo correcto. Santos pudo haber desarrollado el negocio porque era una petición de alguien con quien había trabajado diez años y nunca había pedido algo similar anteriormente. La historia de Santos es la historia de los que hemos estado dependiendo del dinero durante toda nuestra vida y no hemos logrado la libertad financiera. Y es que la libertad financiera no es el exceso de dinero para no preocuparme de ello sino que es saber que el dinero puede ser que no esté en su totalidad en mi control entonces permito que no me afecte en ser una buena persona. Lo anterior lo vemos en la ética de trabajo y en dar la milla extra. Aquí es importante recordar que Santos no quiso apostar por este terreno debido a que no había remuneración. ¿Cuántas oportunidades comienzan por esfuerzos sin remuneración?

La segunda lección de la historia es cuando el Jardinero le pregunta a Santos el porqué de su decisión. La respuesta de Santos es que prefirió dedicarse a lo que le daba dinero y no descuidarlo. Un comportamiento noble al cual el Jardinero le pregunta: ¿y cómo sabes que tienes certeza en tu trabajo? Escuchaba una vez la historia de una persona que había trabajado durante 20 años para la misma compañía. Él durante sus años de trabajo había dedicado, como diría Winston Churchill, su sudor, lágrimas y sangre a hacer que la compañía creciera. 20 años después se reúne con su jefe quien le indica que no puede continuar en la compañía. Aunque puedas llevar 20 años en la misma compañía el ingreso no es certero. Puede ser que el trabajo termine por faltas de ingresos en la compañía. Puede ser que el trabajo termina porque no te has actualizado. Puede ser que el trabajo termine porque lo has descuidado. Puede ser que el trabajo termine porque no le agradas a la persona que reportas. En conclusión el trabajo no es una certeza.

Esto debería ser una motivación a tu cómo. Porque el saber que no tienes la certeza laboral y que este mes que estás recibiendo tu salario puede ser tu último, te hará pensar profundamente sobre tus gastos y también te hará pensar sobre que puedes hacer para crecer financieramente. Es ahí donde tienes que utilizar lo que está en tu control para poder avanzar para tus objetivos financieros. Santos escogió no dedicarse a el nuevo proyecto y también Santos fue quien tenía la idea de que el ingreso seguro era en su trabajo actual. Al final, la lección para todos nosotros es el invitar el área de control en nuestra vida.

Recuerda que puedes controlar la forma en que trabajas, puedes controlar los gastos que realizas (a excepción de emergencias por supuesto) y puedes controlar la manera en que vives financieramente. Habiendo definido el control podemos pasar a un segundo tema estoico que es la naturaleza.

Desde Lucrecio hasta Marco Aurelio, la naturaleza ha sido un componente filosófico importante para entendernos como seres humanos. La razón por la cual la naturaleza inspira es debido a que nos refleja lo que deberíamos de ser porque al final la naturaleza es todo lo que existe en el mundo como la conocemos. Para los estoicos era importante el enfocarnos en la naturaleza para poder entendernos, para saber cómo deberíamos ser en la vida y para saber qué es lo que no necesitamos de la vida. En la Biblia hay un bello pasaje que recuerda a los cristianos que Dios siempre los cuida diciendo que Dios se preocupa por las aves y por las flores preguntándose: ¿por qué no se preocuparía por cada uno de nosotros?

La naturaleza nos enseña a no vivir en excesos, esta es una idea creada por el ser humano. Es más, cuando existe un exceso en la naturaleza usualmente conlleva problemas. Para ello Séneca nos explicaba cómo la importancia de la naturaleza:

Lo que se ha hecho necesario para el hombre, la naturaleza no lo ha hecho difícil. Pero él desea ropas de púrpura impregnadas de ricos tintes, bordadas en oro, y decoradas con una variedad de colores y diseños: no es culpa de la naturaleza sino de él mismo que sea pobre. (Consolación a Helvia, II.I-2)

Lo que Séneca nos muestra en este texto es que en la naturaleza no existe exceso ni tampoco existe la dificultad de poder conseguir aquello que queremos. Es la búsqueda de la complejidad y separarnos de la simplicidad la que nos lleva a caminos escabrosos.  Es ahora cuando hemos aprendido que comer de manera, llamémosle natural, es el camino a una vida sana. Que comer verduras, proteínas y carbohidratos naturales es el camino correcto para una vida sana. Sin embargo, lejos de la naturaleza, hemos creado diversas formas de alimentarnos que nos han llevado a una vastedad de enfermedades y de problemas en una escala global.

Un ejemplo de ello fue un estudio de la Academia de Nutrición y Dietistas de Estados Unidos donde se tomó una muestra de 85,000 productos comestibles que se vendían en dicho país. El resultado del estudio concluyó que en el 74% de los productos se habían agregado azúcar cuando no debía estar allí. En otro estudio de la Universidad de Carolina del Norte, llegaron a la conclusión que eran 68% de los productos los que contenían azúcar agregada. Si ahondamos un poco más en el tema encontraremos que el azúcar tiene el equivalente a 61 nombres diferentes.

Si trasladamos la idea hacia los productos podríamos concluir en el mismo síntoma. Encontramos estadísticas como que el hogar promedio en Estados Unidos tiene un aproximado de 300,000 objetos y que en los últimos 50 años el tamaño de un hogar en dicho país se ha triplicado. Otros estudios realizados en Inglaterra encontraron que los niños con edades de 10 años tienen aproximadamente 238 juguetes y sólo juega con 12 diariamente. Podríamos incluir otras estadísticas generales que las mujeres pueden llegar a pasar ocho años de su vida haciendo compras o que en ciertas regiones existen más centros comerciales que escuelas. Todos los estudios anteriores nos enseñan que hemos estado en una fase de acumulación que puede ser no beneficiosa para nosotros. De nuevo, cabe resaltar que cada vida es diferente y que no debemos promediarlas. Sin embargo, nos lleva a pensar si el camino que estamos tomando a nivel individual es el que queremos para nuestra vida.

Por ello debo de preguntarme si en este porqué me estoy acercando a la naturaleza o me estoy alejando. Preguntarme si estoy buscando mi propia pobreza por escoger aquello que realmente no necesito y peor aún, tampoco quiero. Preguntarme si en este cómo, realmente he pensado en mis prioridades y no es que he escogido las prioridades de los demás.

Como último ejemplo para discutir sobre la naturaleza, me encontré con un término anglosajón llamado fast fashion. Fast Fashion es un método en el mundo de la moda donde se diseña, se produce y se mercadea de manera veloz parea crear altos volúmenes de compra. Lo anterior lleva a que las prendas sean relativamente más económicas pero que estas duren menos. El resultado ha sido, no sólo un aumento en la compra de prendas y en el tamaño de los closets de las personas, sino en el impacto ambiental que se ha ocasionado. Un dato que impresiona, citado de Elizabeth Cline, es que al día de hoy existen 52 micro estaciones en un año. Lejos quedaron aquellas cuatro estaciones y en países del trópico probablemente dos. Esto lleva a preguntarnos: ¿Cuánto dinero estamos gastando en aquello que no debiera gastarse?

Es por ello por lo que el cómo puede llevar a la acción. Cuando descubrí el estoicismo, ya hace varios años, decidí que iba a utilizar un solo par de zapatos de vestir. Estos zapatos de vestir los compraría en la época navideña y no utilizaría otro zapato para ir al trabajo, bodas, compromisos u otros. Durante este tiempo sólo utilicé otro zapato cuando tenía que hacer ejercicio o tener un fin de semana que no fuese formal. Mi preocupación era que iba a suceder con los zapatos, si alguien se diera cuenta de ellos. Durante el primer año aprendí la importancia de lustrar un zapato y pedí a una persona que me pudiera enseñar para mantenerlos en su color. Luego aprendí la importancia de una suela de cuero y de cambiarlas en cierto tiempo. Aprendí cuanto duran los cordones, a veces menos de seis meses, y sobre todo aprendí que nadie hizo algún comentario sobre mis zapatos. Puede ser que se lo reservaban o que no lo notaban, pero al final el resultado del experimento fue satisfactorio. Sin embargo sería ilógico decir que esta idea fue mía.

Esta idea fue implementada por Séneca y por Catón el Joven. En el caso de Catón el Joven, él decidía vestirse en ropa distinta a lo que otros utilizaban con el propósito que la gente se burlara de él. Esto era un entrenamiento para desapegarse de la opinión de los demás. Catón lo buscaba a propósito aquello que nosotros tal vez haríamos por necesidad. En el caso de Séneca, él se limitaba a comer lo mismo por un tiempo. Decidía que comería lo mismo una y otra vez para preguntarse: ¿es esto a lo que tanto miedo le tienes? Y es que cuando tenemos que adaptarnos y reducir significativamente nuestros costos nos vamos cuenta que aquello que tanto tememos no es tan temeroso. Que simplemente necesitamos hacer un cambio en nuestras vidas para aprender a vivir de manera distinta.

Finalmente, el tercer consejo de los estoicos sobre el cómo es simular la pérdida. En el estoicismo era usual el simular la perdida a través de mantener una distancia de aquello que valoramos. Un ejemplo claro de ello podría ser el limitarse a comer durante cierta cantidad de días con el único propósito de saber cómo se sentiría, aunque por un breve momento, ese peor escenario en el cual se podría uno adentrar.  Epíteto realizaba este ejercicio todas las noches con sus hijos recordándose a sí mismo que estos podrían ser efímeros y por ende cada día necesitaba su dedicación hacia ellos (memento mori).

Séneca nos decía que los seres humanos sufrimos más en imaginación que en realidad y esto es algo que uno puede observar al momento de un asalto. Al momento de un asalto vemos cómo en algunos casos la persona se opone a la injusticia de ser asaltado debido a que no quiere perder su posesión pero termina perdiendo lo más valioso que tiene, que es su vida. Para simular la pérdida, los budistas tienen un ejercicio sencillo y útil. Cada vez que compremos algo repitámonos a nosotros mismos: ya está quebrado/robado/perdido. Así sabremos que el objeto tiene un tiempo finito y cuando suceda no sufriremos porque hemos aceptado que ese es el camino que debe de tomar.

Este ejercicio es útil al momento de cambiar nuestra vida porque no es separarnos de la riqueza ni de aquello que valoramos en la vida, es simplemente tomar una distancia para poder recuperar nuestras finanzas y encausarlas hacia donde realmente queremos que se dirijan. Es practicar la moderación, el control sobre nosotros mismos. Prácticas que en los tiempos en los cuales este libro está siendo redactado parecieran ser inexistentes.

Así que con todo lo anterior, la invitación es a resolver el cómo. ¿Cómo comenzarás?, ¿qué cambios harás?, ¿qué mantendrás? Pregúntate también si quieres cambiar tu vida o si quieres remendar tu vida. Pregúntate si quieres vivir en comodidad o quieres aceptar el cambio. Pregúntate si quieres una mejor vida de la que llevas en estos momentos. Porque al final, lo que has vivido hasta ahora ha sido una ilusión y tu cómo tiene que venir desde adentro.

El libro del Jardinero Adinerado decía que el dinero es como el oxígeno, sólo lo notas cuando te hace falta. Si recuerdas el día que comenzaste a hacer ejercicio, la falta de oxígeno era algo usual.  Recuerdas comenzar a correr y darte cuenta de que no podías correr ni 500 metros sin perder la respiración. Parecido a ello será el camino hacia la recuperación de las finanzas personales. Recuerda que siempre alto en las montañas es donde falta el oxígeno pero llega un momento en el que has vivido tanto en la cima que tu cuerpo se comienza a adaptar y puedes respirar con poco.

El camino hacia la libertad financiera es similar, comenzarás por subir la montaña e iras sintiendo que pierdes el oxígeno. Esta pérdida de oxígeno es a través de dejar poco a poco de consumir y sentirás como que no puedes comprarte nada. En capítulos futuros hablaremos sobre cómo manejar este sentimiento. Sin embargo, sí, al momento de cambiar los hábitos que han llevado a la inestabilidad financiera se siente una falta de oxígeno. Pero esta falta de oxígeno la ha sentido el fumador cuando deja de fumar, también quien ha dejado de tomar y quien ha dejado las drogas.

Y es que la adicción no es algo extraño cuando se analiza respecto al consumo. Está demostrado que las redes sociales causan una fuerte adicción y que el problema está en que juegan con lo que es conocido como la molécula del más: la dopamina. Por eso es por lo que cada número en rojo que aparece, cada ping, cada sonido, reafirman la adicción que causan las redes sociales. Así mismo, la adicción puede ser a través de comprar, porque la molécula del más de activa y siente bien cuando recibe el impulso de una compra nueva. Lo interesante de la molécula de más es que mientras más impulsos recibe más resistente se convierte y esto lleva a que, como cualquier adicción, necesitemos consumir más para satisfacer nuestros deseos.

La adicción a las compras, para el año 2016, ya afectada a 18 millones de ciudadanos de Estados Unidos. Esta adicción en considerada como una enfermedad mental aunque al momento de este libro la Asociación Americana de Psiquiatría no ha emitido dictamen sobre si esto tiene fundamento. Si unimos la adicción a las compras con las redes sociales existen artículos, uno del Royal Mail[1], por ejemplo que el 22% de las personas compraron algo luego de verlo en las redes sociales. Al final, salir de una espiral de consumo, una espiral de deuda o cambiar la vida financiera de cada uno de nosotros no es sencillo.

Los comentarios usuales que escucharán al momento de estar perdiendo oxígeno son similares a ¿por qué no bajas para tomar aire?, ¿igual no sabes si llegarás a vivir tantos años?, ¿por qué no disfrutar el ahora? Todas estas preguntas que te hacen, por valido que pueda ser el argumento, no te llevará a la paz que buscas. Estas preguntas son las razones que fundamentan la publicidad que te dice que todo puede ser solucionado con dinero. Y es que uno desearía que esta expresión fuese cierta porque así sería sencillo encontrar al amor de tu vida en una billetera pero la realidad dista mucho de ello.

Así que tú por qué quieres hacerlo debe de inspirarte a aguantar cuando el oxígeno es cada vez menor y tienes que tomar la decisión de ser valiente aunque recibas una que otra pregunta insistiéndote que vas por el camino equivocado.

Una segunda similitud con tu vida financiera y subir una montaña se basa en que el viento siempre es más fuerte mientras te encuentres más arriba. Este es un momento donde debes de mantener tus convicciones porque van a ser retadas. Van a ser retadas porque de repente cambiarás de amigos, porque tus amigos que les gustaba que gastaras, te dejarán y luego ampliarás tu círculo a personas que les gusta ahorrar. Veras en ellos la prosperidad y la abundancia y te preguntarás sin el algún momento podrás ser como ellos.

Sobre el cambio de amigos, me recuerda a una entrevista del cantante y actor Jamie Foxx hablando sobre Mike Tyson. Mike Tyson le decía que cuando perdió todo, cuando cayó del punto más alto de la fama, cuando se quedó sin dinero fue el momento en que estuvo más libre porque ya nadie le podía quitar más. Esto sucede cuando haces un cambio en tu vida, pierdes a los amigos con los cuales bebías, fumabas o comprabas. Por momentos te preguntarás si vale la pena, si puedes quedarte sólo. Finalmente, nos lleva a la tercera comparación con la montaña.

Sí, si es un camino sólo. ¿Por qué? Porque es un camino que debes atravesar tu. Puedes ir encontrando personas que te apoyarán, como Frodo en el Señor de los Anillos, a pasar los retos pero al final serás tu el responsable de la misión. Busca buena compañía de ser posible, porque existirán momentos en que te sentirás como que tomaste el camino incorrecto, también sentirás que debes dejarlo todo y finalmente que no vale la pena. Puedo decirte profundamente que sí, si vale la pena. Que la libertad y paz que tanto anhelas se encuentra detrás de este esfuerzo.

Entonces, ¿cómo cerramos este capítulo? Simon Sinek mencionaba que uno debía comenzar por su por qué dado que este daría fuerza y claridad. En este libro de filosofía se incluyó como una tercera pregunta porque definir un por qué se basa en un para qué y para quien. Si tu no ves este camino como algo que valdrá la pena, si no entiendes para que lo estás haciendo, fácilmente lo dejarás. Si tu no entiendes para quien lo estás haciendo, que te motivará en los momentos de oscuridad, fácilmente lo dejarás. Ahora bien, si tu entiendes el para qué y para quien entonces sabes tu por qué. Porque quieres ser mejor para ti mismo, para tu familia, para tu futuro. Porque quieres no quieres continuar una vida a merced de otros. Porque lo que buscas está más cerca de lo que crees. Eso sí, necesitas valor y esfuerzo.

Es mejor cerrar este capítulo con las hermosas palabras de Séneca que reflejan el esfuerzo que llevas en este treinta por ciento del libro. Tómate el tiempo de felicitarte por llegar hasta aquí y busca tu hoja y papel y escribe tu cómo quieres lograrlo. Traza el camino que quieres caminar, no el camino que ha sido trazado para ti. Toma el control de tu vida, comenzando por tus finanzas y avanza de allí hacia adelante. Porque al final, quien es digno de los dioses, según Séneca, es aquel que ha llegado a poseer las riquezas sin miedo.

Nadie es digno de los dioses sino quien ha despreciado las riquezas. No te prohíbo que las poseas, pero quiero que llegues al punto de poseerlas sin miedo. Sólo hay un modo de conseguirlo: persuadiéndote de que puedes vivir felizmente sin ellas, y considerándolas siempre a punto de partir.(Epístolas, 18,13)


[1] Tomado del artículo: https://ecommercenews.eu/87-of-uk-retail-purchases-made-online/

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