¿Por qué Ethereum?

Fuente: Pixabay

Recientemente me he unido al grupo de escritores del Boot Camp de Ethereum dónde tenemos el reto de escribir cada semana una columna sobre un tema que llame nuestro interés. 

Y es que al pensar el porqué me interesó Ethereum, pensé que era interesante ver la transición que he tenido desde el bitcoin, a Ethereum y luego pasar a estudiar una maestría en blockchain y activos digitales. 

Todo comienza en el año 2020 en la pandemia y una llamada de mi padre preguntándome sobre la regulación del bitcoin. La razón se debía a una discusión que existía en Costa Rica respecto a una posible regulación. De la conversación comencé a acercarme a un tema al cual había estado reticente debido a mi carácter de inversionista, sobre todo en el valué investing. Así que sí, así como seguía a Warren Buffet también seguía sus consejos y sus argumentos respecto al bitcoin y cómo este nunca lograría llegar a nada. 

Sin embargo, comencé a investigar y realicé mi primera inversión en bitcoin a un precio de USD 13,000 en noviembre 2020. Mi razón de inversión es la misma que me llevó a invertir en la bolsa y en otros instrumentos. La razón es que si no tienes compromiso con lo que quieres aprender, no aprenderás de manera profunda. Lo que Nassim Nicholas Taleb titulada cómo skin in the game en su libro. ¿Por qué skin in the game? Taleb tiene una gran explicación y es que es muy fácil hablar de bitcoin o de cualquier activo digital y no tener dinero en ello. Esto es lo que sucede en las noticias cuando se hablan de las acciones y nadie quiere enseñar lo que realmente tiene en su portafolio (si quieren ver mi portafolio pueden verlo aquí) y critica las posiciones de los otros. 

Usualmente esta es la narrativa de los críticos a cualquier acción, compañía o incluso esfuerzo y que me llevaba a pensar en aquel bello escrito de Roosevelt dónde hablaba del hombre en la arena. 

“No es el crítico quien cuenta, ni el que señala con el dedo al hombre fuerte cuando tropieza, o el que indica en qué cuestiones quien hace las cosas podría haberlas hecho mejor. El mérito recae exclusivamente en el hombre que se halla en la arena, aquel cuyo rostro está manchado de polvo, sudor y sangre, el que lucha con valentía, el que se equivoca y falla el golpe una y otra vez, porque no hay esfuerzo sin error y sin limitaciones.

El que cuenta es el que de hecho lucha por llevar a cabo las acciones, el que conoce los grandes entusiasmos, las grandes devociones, el que agota sus fuerzas en defensa de una causa noble, el que, si tiene suerte, saborea el triunfo de los grandes logros y si no la tiene y falla, fracasa al menos atreviéndose al mayor riesgo, de modo que nunca ocupará el lugar reservado a esas almas frías y tímidas que ignoran tanto la victoria como la derrota” – Roosevelt

Por ello es que al momento de preguntarme el porqué bitcoin, reflexioné sobre esa primera inversión y comencé, a mi manera a leer los whitepapers que son fundamentales para este mundo. 

Para mi siempre ha habido algo especial en la lectura y es el poderme sumergir en otros mundos. Decidí ir en contra de mi ignorancia y leer porqué tantos seguían esto y porqué deberían otros de seguirlo. De la inversión pase a conocer la importancia de la tecnología. Conocí los diferentes layers y cómo cada uno tenía su efecto en la tecnología. Comencé a analizar los tokens y como cada uno de ellos está escrito. Leí sobre criptografía y cómo ayudó en la Segunda Guerra Mundial y lo importante que fue Turing para este avance. Conocí sobre las cadenas en bloque (que no aparecen mencionadas como blockchain en el whitepaper de Sakamoto) y cómo existe un bloque génesis. 

Todo ello me llevó a invertir luego en fondos líquidos a través de Zapper y comencé a comprar mi primer NFT. De ahí pasé a invertir en NFT de membresía cómo lo es el CityDAO para poder entender sobre los DAOs y cómo afectarán nuestra vida. 

Cursé académicamente certificaciones de blockchain porque aprendo más a través de hacer y luego tomé la decisión de llevar la maestría de blockchain y activos digitales en la Universidad de Nicosia donde algunas de las personas que trabajaron en Ethereum estudiaron. Y aquí estoy, exactamente 2 años y algunos meses metido en el 2023 con la convicción que este mundo que se ha creado no se irá para ningún lado. 

Siempre me he sentido como al inicio del internet, viendo nuestro primer modem y utilizando la enciclopedia Encarta. Estamos al inicio de una revolución que en menos de 15 años ha logrado poner al mundo de cabeza y que dentro del proceso a cambiado la manera en que manejamos nuestra vida. Las discusiones sobre la seguridad, la privacidad, la centralización, las herramientas para poderle hacer frente a decisiones económicas y tantas otras que siguen siendo, y serán siendo, un reto ante un sistema que se había centrado en su zona de confort. Y ahora todo está cambiando. 

Es así como cambié mi enfoque académico (pueden leer mis artículos aquí) y comenzar a escribir sobre activos digitales comenzando con el artículo que compara bitcoin y fichas de finca (que pueden leer aquí) y vamos publicando cada vez más cosas. 

También llevo a la creación de La Marea que es un newsletter inspirado en activos digitales de la manera más simple posible. Así ir ayudando a otros a entender un mundo que puede parecer complejo pero tan complejo fue el internet en sus inicios y hoy me encuentro en una cafetería, escribiendo un artículo, buscando referencias en internet y pudiendo actualizar la información sin necesidad de moverme. Así es el lugar a dónde vamos.

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